¿Sabias que el hielo seco no tiene nada que ver con su
nombre?
El llamado “hielo seco” es
dióxido de carbono en estado sólido, se llama así por su parecido al del hielo. Pero,
mientras un cubito de hielo se funde lentamente convirtiéndose en agua, el
dióxido de carbono sólido sublima, es decir, pasa directamente del estado
sólido al estado gaseoso sin dejar ningún residuo de humedad.

Se obtiene industrialmente
comprimiendo y enfriando el dióxido de carbono. Hay
que utilizar guantes, ya que la baja temperatura a la que se encuentra puede
producir una quemadura por congelación parcial. ¡Bajo ningún concepto lo
colocaremos en la boca como si fuese un cubito de hielo!
Hay que
utilizarlo en lugares bien ventilados porque el dióxido de carbono es un gas 1,5 veces más denso que el aire y se puede acumular en la parte baja de
la habitación sustituyendo al oxígeno necesario para respirar.
La
capacidad de refrigeración del hielo seco es mayor que la del hielo común por
eso es muy útil en la refrigeración de alimentos, medicinas, frutas, etc. y
además tiene la ventaja de no dejar residuos húmedos por lo que no favorece la
proliferación de bacterias. La niebla que
provoca la sublimación es utilizada en el cine y en espectáculos teatrales como
efectos especiales.
Fuentes y Más información:
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