jueves, 1 de noviembre de 2012

El hielo seco no es hielo


¿Sabias que el hielo seco no tiene nada que ver con su nombre?

  El llamado “hielo seco” es dióxido de carbono en estado sólido, se llama así por su parecido al del hielo. Pero, mientras un cubito de hielo se funde lentamente convirtiéndose en agua, el dióxido de carbono sólido sublima, es decir, pasa directamente del estado sólido al estado gaseoso sin dejar ningún residuo de humedad.



  Se obtiene industrialmente comprimiendo y enfriando el dióxido de carbono. Hay que utilizar guantes, ya que la baja temperatura a la que se encuentra puede producir una quemadura por congelación parcial. ¡Bajo ningún concepto lo colocaremos en la boca como si fuese un cubito de hielo!

  Hay que utilizarlo en lugares bien ventilados porque el dióxido de carbono es un gas 1,5 veces más denso que el aire y se puede acumular en la parte baja de la habitación sustituyendo al oxígeno necesario para respirar.

  La capacidad de refrigeración del hielo seco es mayor que la del hielo común por eso es muy útil en la refrigeración de alimentos, medicinas, frutas, etc. y además tiene la ventaja de no dejar residuos húmedos por lo que no favorece la proliferación de bacterias. La niebla que provoca la sublimación es utilizada en el cine y en espectáculos teatrales como efectos especiales.


Fuentes y Más información:




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